Esto es todo lo que voy a decir hoy:
2012 es historia, es pasado, un pasado que nos ha dejado infinidad de lecciones y aprendizajes. Que cada cual decida cómo quiere aplicarlas. Lo que nosotros, lo que Adriana y yo hemos aprendido, es que siempre es mejor mirar hacia el futuro, y soñar; soñar y quererlo todo; querer todo lo que podemos imaginar; imaginar todo lo que nuestros ojos todavía no han visto; hasta ver más allá de los muros y las ventanas. Y, así, seguir escribiendo día tras día nuestra propia historia.
Así que sí, en 2013, volveremos. Adriana y yo, volveremos.
Sed felices y disfrutad de este nuevo principio…