Yo sí creo en las musas

Hank Moody y su musa (crédito: todoseries.com)

Las musas existen. Están ahí, fuera, esperando ser (re)descubiertas, anhelando convertirse en la mejor novela jamás escrita, en la canción que cualquier músico desearía interpretar o en los colores más brillantes del cuadro que todos pagaremos por ver. Existen, sí, y adoptan tantas formas, tan diferentes, que en ocasiones se hace difícil creer que sean ellas, pero lo son. Lo son cada noche, cuando un escritor bloqueado en la primera frase de su historia mira más allá de la ventana deseando encontrar la inspiración que le permita iniciar su gran obra; o lo serán mañana, por la tarde, justo cuando cruzando la calle más ancha de cualquier capital, una persona choque con otra sin saber que, en aquel preciso instante, por aquel insignificante contacto, habrá comprendido que no existe mejor final que un nuevo principio.

Yo sí creo en las musas. Lo reconozco. Creo en ellas porque me han acompañado en infinidad de ocasiones. Es más, creo (como el más solemne juramento) en mis musas, y cada día creo más en las musas de las personas que me rodean. Phusions es, precisamente, ese pequeño rincón para que unos y otros nos encontremos con ellas, para que -incluso- dejemos que hablen entre sí, se enriquezcan mutuamente, crezcan y así continúen aportándonos, día a día, su inspiración (solo a nosotros, solo para nuestros oídos).

Existen, decía al principio de esta reflexión. Existen y se hacen escuchar. Hoy te habrás levantado, cansada o cansado, habrás desayunado lo mismo de ayer, café o leche, y después todo empieza con tu coche, tu rutina, tus estudios, tu trabajo, de nuevo tu rutina, tu televisor, tu ordenador, tu espejo, tu ducha y la almohada de tu cama. Y, tras todo eso, cierras los ojos y te cuestionas dónde están, por qué no aparecen. Espera. Permite que ellas se acerquen a ti, que vengan de la forma en la que suelen hacerlo, cuando no las llames en voz alta, cuando dejes de prestar atención al ruido que te rodea y te concentres en todo lo que nunca escuchas, en todo lo que siempre ha estado allí, contigo, sin que hayas sido capaz de descubrirlo.  En ese preciso instante, cuando te decidas a ver todo lo que -de una forma u otra- puede cambiar tu mundo, lo comprenderás.

Tal vez, de hecho, tu mundo ya esté cambiando ahora mismo.

Xavi Gassó -www.phusions.com-

William Stafford: When I Met My Muse
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3 comentarios en “Yo sí creo en las musas

  1. Las musas sacuden, impulsan, generan, mueven y crean, dando lugar a eso que en «Murmuris» llamamos «cosquilleo creativo» http://murmuris.wordpress.com/2013/03/06/cosquilleo-creativo/ y que se sintetiza en «una sacudida de emoción, de un zumbido intangible que se activa con los sueños, ilusiones o deseos que queremos materializar, y que a modo de “mariposas en el estómago” nos genera inquietud e ilusión, al tiempo que nos hace disfrutar del resultado, incluso, antes de ver nuestros proyectos e ideas plasmados en la realidad.»

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