Lo siento, Adriana… tengo el blog algo olvidado.
Supongo que es un efecto lógico de la drástica reducción de tiempo libre que nos acecha a todos, más aún cuando la actualidad manda – sobretodo si se trabaja en lo que trabajo –, y estas últimas semanas manda más que nunca. Aún así, lo cierto es que muchas veces he sentido la necesidad de recuperar la voz de Adriana para expresar mis pensamientos entorno a todo lo que está sucediendo día tras día en nuestro entorno. Hoy lo hago – por fin –.
Permitidme que empiece este post con una anécdota personal. Pronto, muy pronto, hará seis años de mi entrada en Caixa Sabadell. Recuerdo con especial cariño todo el proceso de selección que me llevó a formar parte de esta entidad que – como saben todos los que me conocen – significa mucho para mí. Pero hay algo que no se me borra de la mente: una pregunta del último test que pasé antes de la entrevista personal. De hecho, recuerdo la mayoría de las preguntas de los diferentes cuestionarios (ya conocéis mi habilidad para conservar detalles en mi memoria), pero ésa en concreto tiene un significado muy especial. Era un punto abierto, sin opciones, que me invitaba a reflexionar sobre con qué tres personajes me identificaba más, en aquel momento. La respuesta (argumentada) no sé si sorprenderá o no, pero fue:
- André Agassi, por su capacidad de superación, su esfuerzo por seguir arriba, su lucha personal, su tesón y su coraje (hoy, a pesar de todo lo que se sabe sobre él, seguiría escribiendo lo mismo… y con más razón).
- El Príncipe Felipe (aquí sí que más de uno se va a sorprender), porque tiene la oportunidad de cambiar la historia, porque su valentía puede ser beneficiosa para todos (me equivoqué, nadie cambia nada. Eso es algo que ya he aprendido).
- Mi padre, porque siempre lucha, porque siempre se entrega, porque nunca deja de ayudar, porque nunca pierde la ilusión por seguir avanzando, pero sobretodo, porque no deja de demostrarme que con esfuerzo todo se puede conseguir.
Vale, diréis “¿qué tiene que ver esto con las palomitas?”. Tiempo al tiempo.
Si hubiese tenido que responder esta misma pregunta hace tres años, probablemente habría incluido otros nombres, tal vez – incluso – siendo valiente hubiese escrito el de algún mandatario que tenía la oportunidad de mejorar el mundo (oportunidad fallida). El año pasado hubiera escrito Obama, sí, ¿por qué no? Y ahora estaría convencido de que me habría equivocado. Pero nunca, nunca, hubiese mencionado en ese listado a Zapatero o a cualquiera de sus compañeros en el gobierno.
El presidente es la palomita de maíz. Los ministros son las demás, las que hacen el plural, las que siempre quedan al fondo del cartón, impregnadas y pastosas. Cuando escribo esto lo hago pensando, especialmente, en un par de carteras muy concretas, pero ninguna se salva. ¿Por qué? Porque aparentan ser duros, pero cuando se ven sometidos a presión, cuando esa presión les abrasa, sencillamente explotan y se convierten en seres simples, básicos, incoloros e insípidos. Sí, se les puede echar sal, mantequilla, azúcar o lo que queráis… y, de hecho, eso es lo que hacen: modifican leyes, aprueban, proponen, pero sólo es aderezo, después se vienen atrás y lo único que queda es la misma esencia, blanca, inocente, soporífera.
Dicen que nos ampliaran la edad de jubilación hasta los 67 y se olvidan que la solución pasa por incentivar el empleo ahora – a saber qué pasará dentro de 37 años, a mi me preocupa el presente – pero el “ahora” es un misterio que no saben descifrar, lamentablemente. Dicen que habrá que introducir leyes nuevas para internet – y se olvidan que internet ya se rige por sus propias leyes, y es imposible cercar este mundo, por más que lo intenten – en vez de centrar sus esfuerzos en convertir España en un país puntero en I+D. Se olvidan de subvenciones, se olvidan de proteger al ciudadano, cada vez nos someten a más multas, a más leyes, a más restricciones e imposiciones, reparten para después recuperar (lo de los 400€ de Zapatero es una vergüenza). Al final, incluso, han convertido en válida la premisa incorrecta que dice que todos somos culpables, hasta que no se demuestre lo contrario (digan lo que digan). Pero, en cambio, no veo que se esté haciendo nada – real – para evitar los casos de corrupción, ni tampoco para esclarecer las fuentes de financiación de los partidos políticos; nos engañan organizando cumbres cuyo coste económico y ambiental superan lo permisible, nos toman por ingenuos intentando hacernos creer que ahora que “mandamos” en Europa lideraremos la salida de la recesión comunitaria… cuando nuestro gobierno es incapaz de poner en práctica sistemas que, de verdad, construyan el futuro de España.
Voy a reflexionar en voz alta: ¿Servirá de algo alargar la jubilación? ¿Sirve de algo la ley de economía sostenible? ¿Cómo saldrá España de la crisis? ¿Se está invirtiendo en I+D? ¿Se están creando puestos de trabajo?… ¿o, sencillamente, estamos esperando a que todo vuelva a su cauce? A veces tengo la sensación que ya no pueden más, y que saben que después de toda tormenta, siempre hay ese ratito de calma en la que el río vuelve a fluir naturalmente. Quizás desean que cuando eso pase, el tan temido tocho vuelva a permitir crecer al país, volvamos a la especulación cómo herramienta de financiación, porque no veo que se esté construyendo un futuro alternativo… tan sólo vamos dando palos de ciego, y seguimos a la deriva.
Con mi voz, no con ninguna otra, sigo pidiendo un cambio político que nos permita salir del pozo… en Catalunya tendremos pronto esa oportunidad. En nuestras manos está el futuro, no sólo económico, sino también social.
Molt bon article! com sempre m’encanta la teva forma d’escriure independentment de si estic d’acord amb la opinió (que en aquest cas clarissimament ho estic) sempre gaudeixo llegin-te!!
Està clar que aquest pais necessita un canvi, i aquest govern no sap com sortir del pou, han volgut apostar per una política social molt forta, tant que la nostra economia no l’ha pogut recolçar, així doncs ara que els queda? recular? mai!! així doncs veiem cap a on ens porten les crispetes…..
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Les crispetes sempre, sempre, porten a un únic lloc 🙂
Carol, tens tota la raó, el canvi que necessita aquest país es diu: coherència i responsabilitat, només així es poden fer les coses bé, no es pot anar estirant dels diners públics i esperant allò del «a ver que pasa» i creuar els dits… no anem bé, i mentre no ens deixin de manar els que manen no en sortirem del pou…
També he de dir que a vegades no veig una alternativa millor (a nivell espanyol, a nivell català sí, per descomptat ^^)
Gràcieeeeeeees
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Bravo por tu post!
Si sólo viera los telediarios y leyera la prensa creo que estaría sumida en una depresión por la situación económica y social de nuestro país. Pero por suerte, en mi entorno y a través de vías alternativas de comunicación (como la 2.0) estoy viendo gente con ganas e ilusión de crear cosas nuevas y muy positivas. El Gobierno no se da cuenta (o no quiere darse cuenta) y NO las ayuda y por eso, lamentablemente, algunas se quedarán en el camino. Pero otras muchas seguirán adelante. Estas personas anónimas son las que nos están sacando del pozo. ¡Y luego vendrá el político de turno a colgarse la medalla!
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Gràcies Montse… com tu, penso que hi ha moltes oportunitats de construir quelcom diferent… ara toca esperar que les que es quedin pel camí siguin porques, i que les bones iniciatives arribin a bon port… amb o sense polític que es pengi medalles
Salut!
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