Si empiezo escribiendo “pasen al laboratorio, les va a impresionar”… seguro que unos cuantos de vosotros no tardaréis ni un segundo en recordar ciertos tiempos pasados – musicales o no– que, ni mejores ni peores, fueron diferentes.
Sí, si lo que temíais era que me recrease con la letra de una de esas viejas canciones de nuestra juventud, lo habéis acertado de pleno. Bienvenidos, de nuevo, al final de una década que a muchos nos marcó para siempre, bienvenidos a aquellos postreros 90’s en los que mientras en la radio sonaba “esta es la España del Felipe y del Aznar”, unos cuantos teníamos la sensación de que quizás podíamos empezar a soñar con la posibilidad de dejar atrás la imagen de país de pandereta que siempre hemos tenido. Y, como buena máquina del tiempo que es nuestra mente, ahora nos permitimos el lujo de voler al presente y darnos cuenta de cuán equivocados íbamos, ¿verdad?.
Permitirme que me quede un instante más en aquel país que entonces veíamos. Vuelvo atrás unos doce o trece años: lo hago hasta llegar al lugar – a la España – que acogía a cientos de muchachos teenagers entonando unas letras que pedían un cambio… o no. Sé que la crítica a la clase política, y también a la sociedad, han sido, son y serán, una constante en el devenir histórico de cualquier nación o grupo y, por supuesto, el leitmotive de cientos de canciones que pretendían ser muy transgresoras pero que solo se quedaron en eso: en pretéritos muy imperfectos. Lo sé, es cierto, pero más allá de la anécdota, lo que me pregunto es qué ha cambiado de entonces a ahora. ¿Hemos avanzado en algo? ¿Somos mejores? ¿Somos más guapos?
Entonces decíamos que estábamos en la “España del Felipe y del Aznar” – ahora simulan dirigirla José Luis y Rajoy –, en la de la “estafa inmobiliaria”, en la de la “delincuencia en la alta sociedad”. Había políticos – “politicuchos”, decía la letra – que se hinchaban a robar, pero asegurábamos que “allí no pasaba nada”, nos comíamos “la tostada” sin siquiera levantarnos del sofá. España era “el país de la patraña, de trapicheos, pelotazos y demás”. Y no, no hablo del 2010, hablo de los -sé que me repito, pero vale la pena incidir en ello- pretéritos 90‘s. Lanzo la misma pregunta al aire: ¿Qué ha cambiado? Ha pasado una eternidad, ¿y qué ha cambiado?
Casi una década y media después, tengo una sensación amarga. Tengo la sensación que hay toda una generación que ha dejado escapar la oportunidad de convertir el mundo en el que vivimos en algo mejor. Es más, la cosa cada vez va a peor. No nos engañemos, hay más corrupción, más demandas, menos libertades individuales, más desigualdades, más paro, más crisis… tengo la sensación que vamos pasando de canción en canción, que ya no estamos en aquella España, que nos vamos hacia el reino animal, el reino en el que manda quien más tiene – llamarle poder, influencia, dinero, contactos… – el reino en el que los Insidersse van manteiendo aferrados a sus cargos mientras Los Otros ven como el fin de mes cada vez se aleja más y más por culpa de esa tan maltrecha economía (para unos cuantos).
En fin, supongo que no tiene más importancia, que tan sólo es una pequeña bufonada mía, una payasada (lo siento, lo siento): ¿a quién se le ocurre mezclar la actualidad política de hoy con la letra de una canción anarquista de los noventa? Por supuesto… ¡soy demasiado frívolo!… Dejemos que el país se siga lamiendo sus propias heridas, que siga perdiendo el tiempo en discusiones cargadas de tópicos absurdos, en personajes carnavalescos que no merecerían ni un titular pero que se llevan las portadas de los medios, en sillas que conservar y en poltronas que defender… así nos va, así estamos, en el vagón de cola, de la cola de la cola de Europa.
¿Sabéis…? a mi me ha impresionado darme cuenta de que seguimos con lo mismo… llamadme iluso, pero creí que quince años después, seríamos mejores…
Cuando naciste, Adriana, aquel país que te vio llegar parecía estar destinado a hacer un paso enfrente… pero lo curioso es que cuando vuelvas a ver la luz, reencarnada en una nueva Adriana, te encontrarás lo mismo que veían mis ojos hace media vida. Quiero pensar que los de ahora tenemos la oportunidad de hacer lo que no hicieron los de entonces, que volvemos a tener esa oportunidad, que podemos tomar la iniciativa. ¿Te apuntas?
¿Quién iba a decir q una letra de una canción conllevaría un tan magnífico y cierto post? 😉
Bon cap de setmana!
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Igualment Sandra,
moltes gràcies pel teu comentari… 🙂
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Les cançons passen i els anys també, pero la mentalitat «borreguil» fa que tinguem el que tenim avui en dia…..i no vull pensar en el que ens portarà el demà…..canvi? una paraula que porta molta esperança a les nostres vides, pero que per desgràcia sembla que mai arriba….
Genial post, com sempre m vida!!!
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I més en un país com aquest, mi vida, més en un país com aquest en que vivim sempre en una mena d’obscurantisme incomplet… no sé si arribarà, o potser sí… però serà després de passar una crisi que ni ens imaginem… sinó no canviarà res… mai 😦
Gràcies Carol!!
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