Sí, sé que lo que sucede aquí y allá no hace que sea fácil soñar, que algunos de esos sueños duelen, que otros preocupan, que muchos son pesadillas mientras que los buenos se olvidan demasiado rápido… pero, ¿por qué no podemos soñar? ¿Por qué no nos permitimos salir a los balcones y vaciar nuestras pesadas cargas, en forma de miedos y prejuicios, para ponernos a crear?
Crear… ¿qué queréis crear? ¿Una historia? Adelante; ¿Una canción? Que nadie os pare; ¿Una aventura? Sed valientes… porque, por extraño que os parezca, nunca ha existido mejor momento que este para cometer una locura y cambiar la realidad que nos rodea.
Hace unos días un amigo me recordó aquella extraordinaria reflexión de Albert Einstein (sé que muchos la conocéis, pero aún así la he querido traer a El Enigma):
«No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.
La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla«
Y, ¿por qué he escogido este tema de Eurythmics? pues porque la música es una excelente motivación cuando llega el momento de afrontar un reto, por pequeño que sea, y estoy seguro que muchas y muchos encontraréis en este fantástico tema, un poco de inspiración. Al fin y al cabo, no hace falta surcar los siete mares para saber que todos buscamos algo, pero os aseguro que los que no dejan de buscar tarde o temprano lo acaban encontrando…
¡Que el espíritu de mi Adriana os acompañe!