
Esta fusión no va a suponer ninguna revelación. Hoy nadie se va a sorprender de lo que vais a leer. No espero crear ninguna reflexión ni tampoco remover conciencia alguna. No. Hoy solo me voy a sincerar con vosotros, voy a levantarme de mi silla, voy a dirigirme al público presente y voy a decir bien alto: “Yo soy Friki” (sí, con “F” mayúscula).
Friki porque intento pensar diferente, o porque no me conformo con lo que me dicen que es normal. Friki porque de alguna forma me gustaría romper esos estereotipos que tienden a encasillarnos. Friki porque trato de imaginar lo que está por venir y avanzarme para encontrarlo antes en el camino. Friki, sí, y me siento especialmente orgulloso de serlo porque detrás de cada Friki existe una idea, una ilusión, una invención.. y, si no me creéis, mirad a los que de alguna forma han cambiado nuestra forma de ser, relacionarnos, los que han hecho posible que estéis leyendo estas líneas y decidme: ¿quién no quiere ser un Friki?
Yo, hoy, me apunto a este Día del Orgullo Friki y, por supuesto, se lo dedico a todas esas personas que, tras una forma de ser diferente o excéntrica, tras ideas que no siguen las corrientes, esconden una mente tan brillante que podría dar con la fórmula para solucionar uno de esos tantos problemas que se han ido normalizando (por desgracia) en nuestro mundo.
Ah, y un último consejo: sonreíd. Es mejor así…