Hoy es el Día Mundial del Alzheimer. Un día especial para todos los que, más o menos directamente, hemos sentido el impacto de esta enfermedad de cerca cambiando no sólo la vida de la persona que la sufre, sino el presente y el futuro de todos los que la rodean y la recuerdan una vez desaparecida. Es, por lo tanto, una de esas fechas para marcar en rojo en el calendario, para que no se nos olviden los que olvidan, para que podamos acompañar en el camino a todas esas fundaciones, a todas y todos los que cada día luchan para que los espacios en blanco dejen de acompañar la realidad de los afectados.
Tengo buena memoria. En ocasiones demasiado buena. Lo suficientemente buena, en este caso, como para poder cerrar los ojos y recordarla ausente, desubicada, silenciosa. Poco más. Y la huella que dejó la enfermedad durante todos aquellos años aun está bien presente en los gestos y las palabras de quién la acompañó en el camino. La vida no debería ser olvidada, lo que pasamos, lo que aprendemos, o lo que vivimos no se debería queder en un cajón imposible de abrir, escondiendo caras, escondiendo relaciones, apagando el amor. Debería existir algún lugar en el que se escribiera que todas y todos tenemos derecho al recuerdo. Aunque fuera, sólo, a los recuerdos que queremos conservar.
Así que, hoy, desde Phusions me sumo a campañas como la de la Fundació Pasqual Maragall. Porque todos debemos ayudar a que nadie _lvide.
Por eso, yo me esfuerzo también en recordarlo: bicicleta – cuchara – manzana… ¿Te sumas a esta campaña?
Preciosas palabras Xavi, que es la vida sin ‘recuerdos’ nada. Un abrazo a todas aquellas familias que día a día conviven con esta enfermedad tan triste.
Como siempre un auténtico placer leerte, comparto ya 🙂 un saludo!
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Muchísimas gracias Mariangeles!
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