A mi las matemáticas no me gustaban

Corría el año 1997. Lo recuerdo perfectamente, llevaba el pelo tan largo y tan oscuro que parece mentira que sea el mismo que veo cada mañana en el espejo. Vestía zapatillas deportivas (bueno, eso no ha cambiado tanto), tejanos anchos y camisetas oscuras debajo de horribles camisas de cuadros. Las cosas no eran como ahora, todo parecía más sencillo. Si me apetecía escribir un relato, lo hacía. Si quería dejarme la piel en una maratón de tenis, bajaba a la pista y no salía hasta el día siguiente. Si necesitaba 2.000 pesetas para pagarme un capricho daba un par de clases particulares y solucionado. Simple. Molaba la vida simple. Pero lo mejor de ese 1997 eran las promesas que me hacía. Han pasado (ya, Dios…) 18 años desde mis 18 años y mis ideales se han ido moldeando lo suficiente como para adaptarse a mi, lo cual no es simple. Pero es así.

Juré (lo prometo) que jamás en la vida nadie me iba a ver vestido con un traje. Lo juré en la fiesta de fin de año de aquel 97. Todos mis amigos sacaron sus mejores galas para aparentar algo que ninguno de nosotros era y yo me presenté aquella noche con unos vaqueros (nuevos y de marca, sí, pero tejanos al fin y al cabo) y una camisa, que -vale- tenía su punto cool, pero ni de cerca me dejé llevar por la tentación de vestirme con una americana. 18 años después, la vida me ha acabado definiendo cómo “Xavi, el moderno de la corbata estrecha”, y eso tras años vistiendo trajes y camisas de cuello blanco. Prometí que me dedicaría al periodismo, bueno, para ser más exactos que explicaría historias. Que no permitiría que nada ni nadie me quitase ese sueño, esa ilusión. Y bien, escribir escribo poco aunque lo de contar historias es otra aventura que aquí, ahora, no viene a cuento pero que os aseguro que narraré otro día (y que tiemblen las bases…).

Lo cierto es que a los 18 el mundo es pequeño, ínfimo, tiene la medida justa de un ombligo. A los 18 todo se centra en uno mismo y en lo que estás destinado a ser. Yo viajaba en tren y aprovechaba los minutos entre estaciones para escribir poesía con el objetivo, supongo, de justificar la imagen de mi mismo que había creado. Poesía… ahora esos minutos irían a twitter, en eso no he mejorado, la verdad. Seguro que el Xavi de los 18 años soñó que, a los 36, ya habría sido capaz de publicar, mínimo, un par de libros y, vaya, eso sí lo cumplí. Pero fue un aliento precoz y aislado, sin solución –aparente- de continuidad. El ombligo del mundo, decía, como cuando tienes la convicción que todo se reduce a pasear por una ciudad dejando escapar el tiempo porque, eso sí, a esa edad sientes que tienes todo el tiempo del mundo. Todo.

En 1997, el “Around the world” de los Daft Punk giraba una y otra vez en mi discman y aún ahora sigue sonando con la misma intensidad (aunque el dispositivo sea un poco diferente). Pero si entonces lo veía como una especie de revelación (por aquello de que el mundo se me iba a quedar tan pequeño como el que cruzaban una y otra vez en el video), ahora es una vía de escape, como si ese diminuto lugar fuese el que me tuviera que acoger cuando las cosas se tuercen o el que me llevase en volandas hacia los grandes momentos, que los hay, y muchos.

Y lo mejor de todo es que, a los 18 años, a mi las matemáticas no me gustaban. Y ni en eso cumplí, aunque sea en singular y como una fantástica, feliz e irrepetible excepción a la norma. A veces, cierro los ojos y recuerdo todo lo que pensé que iba a ser, a hacer, a cumplir, y entonces los abro y me veo en mi mundo. La vida es lo que es. Ya he aprendido que no se puede planificar, que los imprevistos nos gobiernan y que mañana será otro día, tal vez una nueva oportunidad para hacer las cosas mejor. Tú mandas…

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s